Dos veces al año ─en primavera y otoño─ el gato pasa por una etapa especial: La muda. Como dueño de un gato, notará claramente esta etapa cuando se acumulen cada vez más pelos finos del manto inferior del animal en muebles, suelo y prendas. No solo los gatos de pelo largo con manto inferior grueso pierden cantidades asombrosas de pelo durante la muda; las razas de pelo corto también pierden pelo. Naturalmente, la muda es especialmente pesada para el propio gato, que debe extraerse una y otra vez el pelaje viejo a lametones.
Sin embargo, un cepillado diligente y una alimentación especial pueden hacer más llevaderas estas etapas a su querida mascota. En los gatos de exterior, el periodo de muda dura entre seis y ocho semanas. En los gatos que viven exclusivamente en interiores, la muda suele reducirse bastante, debido a la temperatura interior relativamente constante. Esta forma de muda puede prolongarse todo el año.
Muda en primavera
La muda en primavera comienza en cuanto los días empiezan a alargarse y las temperaturas a subir, por lo que el momento puede diferir. La máxima muda del gato es en primavera, cuando el denso y cálido pelaje hibernal se ve reemplazado por el pelaje estival, más fino.
Muda en otoño
En otoño, casi parece que el pelaje de su felino se vuelva más denso y crezca con mayor intensidad de por sí. Sin embargo, a medida que bajan las temperaturas, los gatos mudan el pelaje por segunda vez en el año, esta vez el pelaje estival. Viene a reemplazarlo un manto mucho más denso. El manto inferior caliente gana en densidad y el manto exterior estival la pierde. De ahí que muchos gatos no pierdan tanto pelo en otoño como en primavera.
Cómo ayudar a su gato en el proceso de muda
La mejor manera de ayudar a su gato durante la muda es cepillarlo regularmente. Aunque, al acicalarse, el propio gato es capaz de «peinarse» con la lengua los pelos que se desprenden del pelaje, se le acumularán muchos pelos en el estómago. En el mejor de los casos, el animal expulsará laboriosamente la bola de pelo poco después, como bola de pelo (trichobezoar).
Sin embargo, un exceso de pelos en el estómago también puede provocar graves problemas digestivos, como gastritis o incluso obstrucción intestinal. Para evitarlo, deberá peinar a su gato periódicamente, incluso diariamente en el caso de los gatos de pelo largo. Este es especialmente el caso de los gatos de pelo largo con manto inferior voluminoso. Además, puede favorecer el proceso digestivo del gato, suministrándole alimentos especiales. Por ejemplo, las fibras favorecen el tránsito gastrointestinal y los aceites evitan que el pelo se apelmace.
Todo depende de una dieta adecuada
Durante el período de muda, aumenta la necesidad de todos los nutrientes, vitaminas y minerales necesarios para formar un nuevo pelaje. Los pelos se componen principalmente de una proteína llamada queratina. Especialmente en los gatos de pelo largo, durante este periodo casi un tercio de las proteínas ingeridas a través de la comida se destina al crecimiento del pelo. Además de la cantidad, es de especial importancia la composición de las proteínas. El pelo contiene grandes cantidades de metionina y cistina, dos de los aminoácidos esenciales.
Además, cada pelo individual está cubierto por una capa lipídica. Las grasas que contiene son las responsables del brillo y de la suavidad del pelaje. Los ácidos grasos esenciales que el cuerpo no puede producir por sí mismo se deben suministrar con los alimentos. Para el crecimiento del pelo son importantes una serie de vitaminas y minerales, ya que intervienen en los procesos metabólicos necesarios (p. ej., la síntesis de queratina); por ejemplo, la vitamina E, las vitaminas del grupo B, la biotina (también llamada vitamina B8 o vitamina H), el cinc, el cobre y el yodo.