Los principales componentes de cada articulación son la cápsula articular, el cartílago articular y el líquido sinovial. Los ligamentos y músculos circundantes estabilizan la articulación de forma similar a un corsé.
El sistema musculoesquelético es la estructura fundamental del cuerpo y desempeña la función esencial de proporcionar movilidad y estabilidad. Por lo tanto, está directamente relacionado con las ganas de vivir y la vitalidad de nuestros amigos de cuatro patas. Las enfermedades del sistema musculoesquelético pueden ser muy dolorosas y limitar considerablemente la alegría de vivir. Dado que la interacción del sistema óseo es tan importante para una movilidad ilimitada, mantenerlo sano es también la base de una vida canina larga y saludable.
Componentes elementales del sistema musculoesquelético
Los componentes individuales que nuestro perro necesita para la creación y la función del sistema musculoesquelético se pueden ingerir con la dieta. Lo mismo puede decirse del resto de tejidos del cuerpo. Estos ingredientes de los alimentos se degradan primero por medio del metabolismo y se convierten en huesos, tendones, ligamentos o músculos, o se requieren para estos procesos.
Los cachorros, en particular, alcanzan hitos notables en los primeros meses de vida. Nacen siendo miniaturas que apenas pesan, para convertirse al cabo de pocos meses en ejemplares majestuosos de hasta 80 kg. Los huesos finos y los cuerpos vertebrales pequeños crecen rápidamente hasta formar un esqueleto fuerte con articulaciones estables. Especialmente durante la fase de crecimiento, la mayor parte del desarrollo tiene lugar en las articulaciones.
Sin embargo, los músculos, los cartílagos y los tejidos pueden desgastarse a lo largo de la vida. Su función requerirá mantenimiento y apoyo para contrarrestar los daños y permitir que el perro se mueva sin dolor y sin problemas.
Estructura articular del perro
Los perros, al igual que los humanos, tienen diferentes articulaciones que difieren tanto en la estructura como en la movilidad. No obstante, los componentes articulares individuales son en gran medida los mismos.
La mayoría de las articulaciones de los perros constan de:
- Líquido sinovial (sinovia)
- Cartílago articular
- Huesos
- Cápsula articular
El líquido sinovial se encuentra en el interior de la articulación y rellena las cavidades articulares. Su tarea es nutrir el cartílago articular y ejercer de lubricante para reducir la fricción en la articulación. La falta de líquido sinovial provocaría un desgaste del cartílago y, en última instancia, alteraciones en los huesos implicados.
Se compone principalmente de agua, ácido hialurónico, proteínas y lípidos. Gracias a sus componentes, el líquido sinovial mantiene su consistencia de gel y forma una película lubricante en las superficies articulares. El cartílago se nutre exclusivamente de este líquido sinovial, que llega al cartílago al moverse las articulaciones.
El cartílago articular recubre los extremos de los huesos que se unen en la articulación. Son elásticos, por lo que evitan la fricción excesiva en las articulaciones y ejercen de «amortiguadores». Se encargan de atenuar la presión de cada movimiento y de proteger contra el desgaste.
El cartílago articular está formado por células cartilaginosas llamadas condrocitos y una sustancia intersticial, la matriz cartilaginosa extracelular. Esta matriz se compone principalmente de agua, fibras de colágeno, ácido hialurónico y proteoglicanos.
Los proteoglicanos son moléculas de gran tamaño, donde las proteínas se combinan con los glicosaminoglicanos (GAG). Las formas de glicosaminoglicanos predominantes en el cartílago articular son el condroitín sulfato, el sulfato de queratano y el ácido hialurónico. Estos proteoglicanos tienen propiedades hidrófilas y, por lo tanto, la capacidad de ligar grandes cantidades de agua en el cartílago. Con ello, la resistencia del cartílago, a la vez que su elasticidad, están aseguradas. El tejido cartilaginoso sano contiene hasta un 70 % de agua. Esta matriz funciona de forma similar a una esponja: Durante el esfuerzo, la matriz se comprime y el agua se expulsa; al relajarse, el agua se vuelve a absorber del líquido sinovial para nutrir óptimamente el cartílago.
La cápsula articular, que rodea toda la articulación, se encarga de proteger y nutrir. En el exterior, está formada por un tejido conjuntivo ceñido, que confiere firmeza a la cápsula. En la zona articular, esta capa fibrosa externa (= membrana fibrosa de la cápsula articular) confluye con el periostio que rodea el hueso.
La membrana sinovial recubre el interior de la cápsula articular. Numerosos nervios y vasos sanguíneos atraviesan esta membrana. Contiene mesotelio, que secreta el líquido sinovial. Al mismo tiempo, estos nervios y vasos sanguíneos aseguran la eliminación de productos metabólicos poco saludables de la articulación.
Además, en función del tipo de articulación, los ligamentos situados fuera de la cápsula articular se encargan de guiar y mantener el radio de movimiento previsto y, junto con los músculos, confieren la estabilidad necesaria a la articulación.
A lo largo de la vida, las estructuras cartilaginosas se degradan continuamente por el desgaste y deben reconstruirse como corresponde. En una articulación sana, esta síntesis y degradación suele ser equilibrada bajo cargas normales, de modo que el desgaste natural se puede volver a compensar.
Tipos de articulaciones de los perros
Los tipos de articulaciones suelen diferenciarse según su forma. En principio, se dividen en articulaciones sencillas y compuestas, siendo la diferencia el número de huesos conectados entre sí. Las articulaciones sencillas unen dos huesos (p. ej., la articulación de los dedos del pie); las compuestas, más de dos (p. ej., la articulación del codo).
Las articulaciones se diferencian, asimismo, por la forma de sus superficies, p. ej., en articulación esferoidal, articulación elipsoidal, articulación en bisagra y articulación en silla de montar.
Las articulaciones esferoidales se encuentran en el hombro y en la cadera del perro. Una cavidad glenoidea en forma de copa rodea la cabeza articular esférica. Es lo que permite realizar movimientos en todas las direcciones. De aquí que las articulaciones esferoidales también se denominan articulaciones triaxiales o multiaxiales. Sin embargo, este movimiento completo suele estar restringido por ligamentos y tendones.
La articulación elipsoidal es la articulación superior de la cabeza, situada entre el cráneo y la primera vértebra cervical. Una cabeza de articulación elipsoidal se ubica dentro de la correspondiente cavidad glenoidea. Es biaxial, por lo que solo permite movimientos en dos direcciones principales.
Encontramos articulaciones en bisagra en el codo y también en la rodilla de nuestros perros. A menudo se habla también de las subformas, a saber, la tróclea, la articulación deslizante y la articulación rotatoria o trocoide. Corresponden a articulaciones de un solo eje con una cabeza articular cilíndrica. Estas articulaciones en bisagra permiten movimientos en dos direcciones. En el caso de la tróclea, se ven afectadas la flexión y la extensión; en el de la trocoide, el giro alrededor del eje longitudinal.
Las articulaciones en silla de montar se aprecian en los perros, por ejemplo, en la unión de los huesos del tarso y del metatarsiano. Se trata de una elevación articular con aspecto de silla de montar, que permite realizar movimientos de flexión y extensión —incluso ligeros movimientos laterales— para una mejor compensación, en caso necesario, de las irregularidades del terreno.
Y también se puede distinguir entre articulaciones ceñidas e incongruentes. En las articulaciones ceñidas, los movimientos posibles están limitados por ligamentos muy tensos. Un ejemplo es la articulación sacroilíaca en la sección posterior de la columna vertebral. En las articulaciones incongruentes se requieren discos cartilaginosos independientes, al no encajar exactamente las superficies articulares. Estos discos cartilaginosos compensan la irregularidad; un ejemplo es la articulación de la rodilla.
Como puede ver, el tema de las articulaciones y del sistema musculoesquelético es multifacético y de gran importancia para su animal.