Pero ¿por qué es tan flexible el gato? La razón es que no tiene los huesos vertebrales individuales de la columna tan rígidamente conectados como los humanos o incluso los perros. Ni que decir tiene, no obstante, que las secuencias de movimiento del gato también se basan en la interacción perfectamente coordinada de músculos y nervios, huesos y tendones, tejido conjuntivo y ligamentos. Aquí las articulaciones desempeñan un papel fundamental: como uniones móviles entre dos huesos, amortiguan los efectos de la presión, lo que a veces las expone a fuerzas elevadas.
La clave para unas articulaciones sanas es un crecimiento sano. Los gatitos se deben alimentar con piensos específicamente adaptados a su edad y necesidades. Porque un sistema musculoesquelético sano contribuye a una vida felina sana y larga, llena de alegría de vivir y vitalidad. Como estructura esencial del cuerpo, es responsable de la movilidad y la estabilidad. Mantenerlo sano es la base de la calidad de vida de su gato.
Componentes elementales del sistema musculoesquelético
Por muy bien construidas que estén las articulaciones, siguen siendo puntos débiles del aparato locomotor del gato. Y es que, una vez deteriorados por el envejecimiento, el exceso de peso o los accidentes, el organismo ya no puede restaurarlos completamente. Para aliviar el proceso de la enfermedad o prevenir la aparición de dolencias articulares, el gato debe consumir a través de la dieta los componentes importantes que necesita para la formación y la función del sistema musculoesquelético. Estos ingredientes son degradables por medio del metabolismo y se convierten en huesos, tendones, ligamentos o músculos, o se requieren para estos procesos.
Nueve de cada diez gatos de más de 12 años presentan trastornos degenerativos en las articulaciones. Esta cifra es preocupantemente alta y sorprendente, porque los gatos no suelen mostrarnos su dolor. Incluso un tercio de los gatos más jóvenes ya padecen enfermedades articulares crónicas.
Para que el gato pueda moverse con fluidez y sin dolor, los músculos, los cartílagos y los tejidos se deben mantener en forma. Su función se debe favorecer mediante el ejercicio y los valiosos nutrientes de la dieta.
Estructura articular del gato
El esqueleto del gato está adaptado a su modo de vida de cazador. Los huesos son ligeros y fuertes. Por cierto, el gato cuenta con unos 40 huesos más que el ser humano. La mayoría están en el cráneo, la columna vertebral y la cola.
Las diferentes articulaciones del gato difieren en cuanto a estructura y movilidad. Sin embargo, los componentes brutos de cada articulación son en gran medida los mismos.
La mayoría de las articulaciones de los gatos constan de:
- Líquido sinovial (sinovia)
- Cartílago articular
- Huesos
- Cápsula articular
Una articulación está formada por el cóndilo y la cavidad articular, que encajan entre sí como dos piezas de un rompecabezas. Ambos están cubiertos por cartílago articular, que ejerce de «amortiguador». El líquido articular o sinovial rellena la cavidad («espacio articular») y evita la abrasión. Nutre el cartílago articular y reduce la fricción en la articulación. La cápsula articular es un tejido conjuntivo rígido que envuelve toda la articulación. Los músculos circundantes le confieren estabilidad.
A lo largo de la vida de un gato, las estructuras cartilaginosas se degradan por el desgaste. Sin embargo, mediante una nutrición saludable y el ejercicio adecuado, el propio organismo los puede regenerar. Con una carga normal y una articulación sana, la síntesis y la degradación suelen estar equilibradas. Sin embargo, pueden desequilibrarse en gatos ancianos o con sobrepeso, o bien debido a una lesión o a sobrecargas. Una dieta con dosis elevadas de ingredientes como ácidos grasos omega-3, vitamina E, mejillón de labios verdes, escaramujo, condroitina y glucosamina puede ayudar a reforzar el sistema musculoesquelético y los procesos articulares.
Tipos de articulaciones de los gatos
Las articulaciones se diferencian según el número de huesos que las forman. Hay articulaciones sencillas y compuestas. Las articulaciones sencillas unen dos huesos, las compuestas, más de dos (p. ej., la articulación del codo).
Otra posibilidad de clasificación es la forma de las superficies articulares. Estas se dividen y se denominan según su aspecto: articulaciones esferoidales, enartrosis, articulaciones elipsoidales, articulaciones en silla de montar y articulaciones en bisagra.
Además, las diferentes articulaciones son clasificables según su función: Hay articulaciones en bisagra, articulaciones trocleares, articulaciones cocleares, articulaciones de resorte y articulaciones deslizantes.
Y por último, las articulaciones pueden dividirse en incongruentes y congruentes. En el caso de las incongruentes, las superficies articulares no encajan exactamente, por lo que se requieren discos cartilaginosos independientes (por ejemplo, en el menisco de la articulación de la rodilla). En las anfiartrosis, los posibles movimientos se ven limitados por una gran tensión en los ligamentos (por ejemplo, en la articulación del tarso, la articulación del carpo).
Como puede ver, el tema de las articulaciones y de la movilidad es muy amplio e importante para su gato. Esperamos que disfrute de la lectura, y le deseamos a su mascota una vida sana y larga a su lado.